La Magia del Café en México
Incluso si es un bebedor de té o no se aventura más allá del jugo de naranja, el rico aroma del café preparado por la mañana es una experiencia sensorial sin igual.
En México, el café ha sido una parte importante de la cultura durante cientos de años. Luego de la conquista española, el café comenzó a cultivarse en Córdoba, Veracruz, región que reina como líder productor hasta el día de hoy. Hace mucho tiempo, las comunidades indígenas adaptaron la planta de café al suelo y las condiciones climáticas locales, desarrollando técnicas para impulsar la producción y la calidad.
Debido a las favorables condiciones climáticas, el cultivo del café se extendió posteriormente a Oaxaca, Chiapas y Puebla. Estas regiones representan casi el 90% del café producido en México. Aproximadamente el 63% del café que se consume en todo el mundo se produce en las Américas, y México se encuentra entre los principales productores.
Para los contrarios que afirman que el café no es saludable, aquí están los hechos. Una taza de café contiene vitaminas B2, B5, magnesio, potasio y antioxidantes. Además de agudizar los sentidos, se ha demostrado que el café con moderación reduce el riesgo de ataques cardíacos, diabetes y algunos tipos de cáncer.
Desde el campo hasta la taza, se requieren ocho etapas principales para extraer el máximo aroma y sabor del grano de café.
Plantación. Después de la siembra inicial, un cafeto tarda de tres a cuatro años en producir sus cerezas (bayas). Los cafetos generalmente se plantan bajo un dosel de árboles frondosos para protegerlos del sol y producir un café de “sombra” muy deseable.
Cosecha. Se utilizan dos métodos para cosechar las cerezas de café maduras. Algunas plantaciones en México todavía dependen del trabajo manual para recoger las cerezas; otros utilizan cosechadoras mecanizadas para recoger la cosecha.
Procesamiento. Una vez que se quita la pulpa y se extrae la semilla, el frijol pasa por varios procesos, dependiendo de sus características individuales.
Curación. El frijol se descascara para clasificarlo adecuadamente. Entonces está listo para exportar o para continuar con el proceso de refinación.
Cata. En este punto, los granos se diferencian y clasifican para que se pueda obtener más color y/o sabor antes del tostado.
Tostado. Los frijoles se colocan en un tostador a una temperatura de entre 187 y 287 °C para eliminar la humedad y realzar el color y sabor.
Molienda. En este paso, el grano tostado se reduce a granos aromáticos o en polvo, listo para preparar una taza de café.
Preparación. A los amantes del café les gusta darle un toque personal a su bebida favorita. Ya sea que se sirva con o sin leche o crema, con o sin azúcar, caliente o fría, la preferencia personal es el factor determinante.
México es conocido por un verdadero placer: café mexicano, una combinación perfecta de café fuerte recién tostado, chocolate, canela, crema espesa, azúcar morena y extracto de vainilla, entre otros ingredientes. Es como un matrimonio perfecto entre chocolate caliente y café. Para muchos, es la mejor bebida caliente dulce.
Un buen lugar para degustar el auténtico café mexicano es Siempre en Pueblo Bonito Pacifica, donde uno de los aspectos más destacados del Sunday Champagne Brunch es la urna de arcilla humeante del fragante café mexicano colocada cerca de la mesa de postres. O, cualquier día de la semana, visite The Market en Quivira, donde El Café sirve los mejores granos de café de México, tostados por expertos y elabora auténtico capuchino, café con leche, expreso y otras bebidas con cafeína.