Cinco razones por las cuales jugar golf en Quivira está en la lista de “cosas que hay que hacer antes de morir” (Bucket List)
La reputación del Quivira Golf Club como un campo en el que es clave practicar ese deporte ha crecido a pasos agigantados desde que la revista Golf Digest incluyó a este épico diseño golfístico realizado por Jack Nicklaus en su prestigiosa lista de “Los 100 mejores campos de golf del mundo”. Este campo, que fue inaugurado en 2014 ante la aclamación de todo el mundo, está ubicado en un asombroso sitio que se caracteriza por enormes dunas de arena, acantilados escarpados y colinas ondulantes, extendiéndose por terreno agreste dentro de la llamada zona “al Fin del Mundo” (Land’s End). Ahora que el campo de golf ha madurado y armonizado plenamente con el paisaje, sin duda jugar en Quivira debe ubicarse entre las “cosas que hay que hacer antes de morir” pues puede rivalizar con cualquier otro campo en el planeta. A continuación algunas de las razones que permiten sustentar tal afirmación:
Sus vistas. Son absolutamente extraordinarias. Tanto los visitantes primerizos como los que ya han repetido la experiencia admiten que son las vistas más espectaculares en todo el mundo del golf. Por ejemplo, la recompensa por hacer un viaje en zigzag por la ladera de una montaña hasta el sexto hoyo, par 4, es lograr posicionarse a una altura elevada que causa vértigo a más de 80 metros sobre el espumeante oleaje. Además, detrás del sexto tee de este campo de golf —que tiene mayor exposición al mar que ningún otro en la zona de Los Cabos— está la Clifftop Comfort Station, que es EL lugar ideal para desayunar un burrito, tomar una foto grupal u observar ballenas saltando fuera del agua en los meses invernales. En cada hoyo al que se va arribando consecutivamente, el asombroso paisaje y los superlativos retos planteados por Quivira van mejorando cada vez más.
Acciones de mejora. En coordinación con el diseñador del campo, Jack Nicklaus, el club ha hecho mejoras en varios hoyos para que puedan jugarse de la mejor manera posible. Por ejemplo, en la pendiente descendente más allá de la zona de conducción en el impresionante sexto hoyo, hace ya tiempo que se quitaron los "bunkers de transición" para darle a los jugadores promedio oportunidad de competir. En el hoyo 14 —un deslumbrante par 3 corto que se juega a través de un enorme precipicio hacia un objetivo situado en lo alto de una cima de granito fisurado— el pequeño green se ajustó a fin de dar más espacio para la colocación de pins. En el hoyo 16, un par 5 estratégico que se dirige hacia las zonas montañosas interiores de Cabo, el gran bunker central en juego desde el tee se modificó para brindar un mejor escenario de riesgo-recompensa para golfistas de fuerte golpeo. Debido a la reconfiguración de los hoyos llevada a cabo en 2022, la disposición de juego está más equilibrada con un par 35 en los primeros nueve hoyos y un par 37 en los últimos nueve. Cabe destacar que hacia el futuro se tienen planeadas modificaciones para mejorar aún más este campo de golf que probablemente sea el más arriesgado y ecléctico jamás diseñado por Nicklaus.
Instalaciones de práctica. En esto Quivira tiene el factor de hacer que la gente diga “wow”. Su espacioso campo de prácticas de doble punta se ubica en paralelo a la playa y al fuerte oleaje. Pocas instalaciones de práctica en todo el mundo pueden presumir de ubicarse en un entorno así. La constante brisa que sopla tierra adentro brinda a los jugadores una idea del reto que les espera. También son excelentes el amplio putting green para prácticas y la zona delimitada para juego corto.
Estaciones de Descanso. En su calidad de instalación todo incluido, Quivira ofrece comida y bebidas a los golfistas a todo lo largo de la ronda de juego. De las cuatro estaciones de descanso existentes, el punto máximo en términos culinarios es Oasis. Se trata de una parada a medio camino ubicada en las dunas cerca del noveno green. Esta construcción al aire libre con paredes de piedra y mesas de patio está en ángulo hacia fairways color verde esmeralda entre dunas a gran altitud sobre el mar. Su amable personal se encarga de atender un bar completo y una cocina que prepara una gran variedad de especialidades mexicanas. Además de las bebidas especiales del día, se ofrecen platillos que van desde quesadillas de pollo y hamburguesas hasta tacos de res o pescado. Las salsas picantes hechas en casa (que van desde picor mediano hasta “volcánico”) son opcionales. Mucho después de que se suman los puntajes y se pagan las apuestas los jugadores siguen hablando de la comida “recién salida de la parrilla” que degustaron en Oasis.
El “factor Q”. Se trata de ubicación, ubicación, ubicación. Quivira Golf Club tiene un ambiente especial porque está situado en un paisaje verdaderamente único e impactante. Localizado en la punta más al sur de la península de Baja California, en donde el Mar de Cortés se junta con el Océano Pacífico, varios de los hoyos del campo parecerían haber sido pintados sobre escarpados acantilados de granito. Otros hoyos son conducidos a través de enormes dunas removidas por el viento o bordean arroyos serpenteantes y grandes extensiones repletas de cactus. En un lugar que desafía la gravedad y se caracteriza por abruptos cambios de altitud, Nicklaus diseñó un auténtico tour de force estético que sin duda provoca más exclamaciones de asombro que ningún otro campo de golf en el planeta.